Hepatitis B: prevenir es proteger tu hígado
La hepatitis B es una enfermedad causada por un virus que daña el hígado. Se puede contagiar a través de la sangre o de otros fluidos del cuerpo. Es importante detectarla a tiempo, ya que puede convertirse en una infección crónica. La mejor forma de prevenirla es con una vacuna segura.
¿Qué es la hepatitis B?
La hepatitis B es una enfermedad causada por un virus que afecta el hígado. Este virus puede provocar una infección aguda (de corta duración) o crónica (de larga duración), y en algunos casos puede llevar a problemas graves como cirrosis o cáncer de hígado.
Se transmite principalmente por contacto con sangre u otros fluidos corporales de una persona infectada.
¿Cómo se transmite la hepatitis B?
La hepatitis B se transmite cuando la sangre, el semen u otro fluido corporal infectado con el virus de la hepatitis B entra en el cuerpo de una persona que no está infectada o que no ha sido vacunada. Una madre que tiene hepatitis B puede contagiar a su bebé durante el parto. También de persona a persona por medio de las relaciones sexuales con una pareja que tenga hepatitis B. Al compartir agujas, jeringas, cepillos de dientes, rasuradoras o equipo médico.
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del cuerpo durante al menos 7 días. Durante ese tiempo, el virus todavía es capaz de causar infección.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B?
De la hepatitis B aguda (a corto plazo):
– Fiebre
– Cansancio
– Pérdida de apetito
– Náuseas y vómitos
– Dolor abdominal y en las articulaciones
– Orina y heces oscuras
– Ictericia (color amarillo en la piel o los ojos)
De la hepatitis B crónica (a largo plazo):
La mayoría no tienen ningún síntoma, aunque su hígado se enferme. De los síntomas que se presentan, suelen ser los mismos de la enfermedad aguda, pero pueden ser un signo de enfermedad del hígado avanzada. Muchos mueren a causa de cirrosis (cicatrización del hígado) o cáncer de hígado.
¿Cuánto tiempo después de contagiarse aparecen los síntomas de la hepatitis B?
Los síntomas comienzan en promedio 90 días (o 3 meses) después de la exposición al virus, pero pueden aparecer en cualquier momento entre 8 semanas y 5 meses después de la exposición. Por lo general, duran varias semanas, pero algunas personas pueden sentirse enfermas hasta por 6 meses.
¿Cómo se trata la hepatitis B?
El tratamiento de la hepatitis B depende de si la infección es temporal (aguda) o si permanece en el cuerpo por mucho tiempo (crónica).
En los casos de hepatitis B aguda, el tratamiento consiste en descansar, mantenerse bien hidratado, alimentarse de forma saludable y controlar los síntomas como la fiebre o el malestar general. El cuerpo, en la mayoría de los casos, elimina el virus por sí solo.
En cambio, cuando la infección se vuelve crónica, es decir, dura más de seis meses, es necesario un seguimiento médico más constante. El objetivo en estos casos es evitar que el virus siga dañando el hígado y prevenir complicaciones como cirrosis o cáncer hepático. Para ello, se pueden utilizar medicamentos antivirales específicos y se realizan controles médicos regulares, con análisis de sangre y estudios del hígado.
Aunque la hepatitis B crónica no siempre se cura, muchas personas pueden llevar una vida normal con el tratamiento y los cuidados adecuados.
¿Puede prevenirse la hepatitis B?
Sí. La mejor manera de prevenir la hepatitis B es vacunándose. La vacuna contra la hepatitis B es segura y eficaz. No contiene ningún virus vivo y no puede causar hepatitis B.
La hepatitis B se puede prevenir de forma segura y eficaz con las siguientes medidas:
Reduce el riesgo de contagio durante relaciones sexuales.
No compartir objetos como rasuradoras o cepillos de dientes.
En procedimientos médicos, tatuajes o piercings.
En mujeres embarazadas y personas en riesgo, para evitar transmisión a recién nacidos o contactos.
Es la forma más efectiva de prevenirla. Se recomienda desde recién nacidos y en cualquier edad si no se ha recibido antes.
¿Quiénes tienen un mayor riesgo de tener hepatitis B?
Tienen mayor riesgo de contagiarse las personas que tienen relaciones sexuales con personas infectadas con el Virus de la Hepatitis B, quienes tienen varias parejas sexuales debido a la frecuencia de exposición y los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
Cuanto más joven es una persona al infectarse, mayor es la posibilidad de desarrollar una infección de por vida. Alrededor de 9 de cada 10 bebés infectados se enferman de por vida. El riesgo disminuye a medida que el niño crece. Aproximadamente 1 de cada 3 niños que se infectan antes de los 6 años desarrollan una infección de por vida. Por el contrario, casi todos los niños mayores de 6 años y los adultos se recuperan por completo.
¿A dónde puede ir por la vacuna contra la hepatitis B?
La vacuna de la Hepatitis B esta disponible según los ciclos de vida (recien nacidos, adultos, personal en riesgo por su profesión, embarazadas o adultos mayores) y su disponibilidad en los centros de salud depende de esos mismos ciclos de vida.
Le comentamos que puede acudir a:
¿Dónde acudir si presenta síntomas que requieren atención médica?
Puede dirigirse a cualquiera de las siguientes opciones:
1. Hospitales Nacionales.
2. Centro de salud más cercano.
3. Centro de Atención Permanente (CAP) más cercano. Servicios de emergencia disponibles las 24 horas.
4. Cruz Roja Guatemalteca. Teléfono de emergencias: 2381-6565.
5. APROFAM – Teléfono: 1586.
6. Todo en Salud / Eventos Católicos, zona 1, Ciudad de Guatemala – Teléfonos: 2382-0202.
¿Cuándo debe administrarse la vacuna de la hepatitis B?
Según el MSPAS:
Para niños: Única dosis al nacer.
Para el adulto mayor y población en riesgo*: 3 dosis, la primera en la fecha elegida, la segunda dosis 1 mes después de la primera. La tercera dosis, 5 meses después de la segunda.
Según el IGSS:
Para niños: Única dosis al nacer.
Para el adulto mayor y población en riesgo*:
3 dosis, la primera en la fecha elegida, la segunda dosis 1 mes después de la primera. La tercera dosis, 5 meses después de la segunda.
*Población en riesgo: Personal de salud, bomberos, estudiantes de las ciencias médicas, mujeres embarazadas o adultos en general que no iniciaron o completaron su esquema de vacunación con anterioridad.
Referencias