Para prevenir ITS, se puede considerar:
1. Usar condones correctamente durante las relaciones sexuales.
2. Limitar el número de parejas sexuales.
3. Tener una comunicación abierta con la pareja sobre salud sexual.

• Flujo inusual.
• Picazón o irritación genital.
• Dolor al orinar.
• Lesiones o ampollas en los genitales
• Sangrado irregular.

Es importante que te hagas una prueba lo antes posible y consultes a un profesional de la salud para recibir orientación y tratamiento.

La mayoría de las malformaciones tienen lugar durante el periodo de formación de los órganos, cuando el embrión es más sensible a los efectos de fármacos, radiaciones, drogas, alcohol y virus. Por lo tanto, una mujer embarazada no debe tomar ningún medicamento, ni drogas, ni alcohol durante este periodo, a no ser que sean recetados por un médico. Al final de la octava semana de embarazo el embrión se considera un feto. Durante esta fase, las estructuras ya formadas crecen y se desarrollan.

La edad ideal de una mujer para obtener los mejores resultados en un embarazo, tanto en la madre como en él bebe, es entre los 20 y 29 años.  Esto se puede extender cuando se tiene la posibilidad de buenos controles prenatales, hasta los 35 años.

Una persona debe acudir a su control prenatal tan pronto como sospeche que está embarazada. Durante la atención prenatal, se le realizarán pruebas de laboratorio (sangre, orina, heces, etc.) para identificar posibles enfermedades como diabetes, anemia, infecciones, entre otras; estas enfermedades podrían complicar el embarazo. Además, se le hará un examen físico completo, se le administrarán vacunas para protegerla contra ciertas enfermedades, y se le proporcionarán algunos medicamentos que ayudarán a mejorar su estado de salud.

• Sangrado vaginal
• Dolor abdominal intenso
• Contracciones prematuras
• Fiebre alta
• Pérdida de líquido amniótico
• Disminución de los movimientos fetales
• Dolor de cabeza severo
• Visión borrosa o alterada
• Hinchazón repentina de manos, pies o cara
• Dolor o ardor al orinar
• Falta de aire o dificultad para respirar
• Convulsiones

Principalmente, las hemorragias vaginales (sangrado que puede ocurrir durante el embarazo, el parto o después del parto) son motivo de preocupación. Cualquier hemorragia durante el embarazo es anormal, independientemente de la cantidad, y debe ser atendida de inmediato por el personal de salud. 
Las cifras de presión arterial altas, mayores de 140 (presión máxima) y 90 (presión mínima), se consideran hipertensión durante el embarazo. Esto es anormal y requiere atención médica inmediata. Los trastornos hipertensivos durante el embarazo suelen aparecer al final del tercer trimestre, aunque también pueden presentarse en el segundo trimestre o después del parto. 
Si la embarazada presenta cualquier cantidad de hemorragia, dolores de cabeza intensos, dolor abdominal o fiebre, debe acudir a un servicio de salud para determinar la causa de estos problemas. Además, la violencia de género durante el embarazo constituye un factor de riesgo que puede aumentar la morbilidad y la mortalidad tanto en la madre como en el bebé dentro del útero.

La atención prenatal es muy importante para prevenir riesgos y asegurar el bienestar de la madre y del bebé.
No recibir atención prenatal adecuada puede provocar riesgos, como complicaciones en el embarazo (hipertensión, preeclampsia, diabetes gestacional), problemas en el desarrollo del bebé (restricción del crecimiento, defectos congénitos), parto prematuro, complicaciones durante el parto y problemas de salud a largo plazo para la madre.

La importancia que tiene la atención prenatal es que si no se hace, difícilmente se puede monitorear la evolución del embarazo, qué acciones se deben tomar, qué laboratorios se deben hacer, entre otros. Es un conjunto de parámetros permiten ir verificando que el desarrollo tanto de la mujer en cuanto a los síntomas, las molestias que pueda tener y el desarrollo de su bebé sea el adecuado y se pueda llegar a un proceso del parto en las mejores condiciones posibles. 

El ácido fólico es esencial en la dieta de las mujeres. Normalmente no es frecuente encontrarlo en muchos de los alimentos por lo que se toma como un suplemento alimenticio. Por ejemplo, en el caso del Ministerio de salud pública, el ácido fólico igual que el hierro se da en forma mensual en cada control prenatal y en forma gratuita, pero también se puede encontrar el ácido fólico en los complementos vitamínicos que se pueden adquirir en farmacia o que puede administrar o recetar el médico tratante, el ginecólogo tratante de la paciente. Pero lo importante de saber es que es necesario consumir ácido fólico durante el embarazo porque es la forma de prevenir malformaciones en la columna vertebral de los recién nacidos.
Las mujeres embarazadas o que están intentando quedar embarazadas deberían consumir al menos 400 microgramos (0.4 miligramos) de ácido fólico diariamente antes de la concepción y al menos durante tres meses después de quedar embarazadas.

Desde que la humanidad existe sobre la tierra, la forma tradicional más normal y más común de tener un embarazo es el parto vaginal, es decir, la salida al final de los 9 meses de embarazo de un bebé y de la placenta a través de la vagina de la mujer. Eso es lo que se llama un parto vaginal, esa es la forma más frecuente pero además es teóricamente la mejor forma porque es un proceso fisiológico donde la mujer se recupera relativamente rápido, el útero se comporta de forma tan eficiente que se contrae inmediatamente después de de la salida del bebé y de la placenta. 

Sin embargo, existen indicaciones que hace que esa mujer no pueda tener un parto vaginal normal y que requiera de una operación cesárea, que es una operación que se hace por el abdomen de la mujer. Por ejemplo, una mujer que tenga una pelvis muy pequeña donde el feto no pueda descender y salir por la vagina; una mujer que tenga alguna enfermedad o algún problema de salud que le impide tener todo el trabajo de parto que requiere un parto vaginal normal. También hay algunas indicaciones que son específicamente por el feto, es decir, el feto puede venir mal colocado (posición de la cabeza), hay bebés que vienen con el cordón umbilical enredado en el cuello.
La cesárea debe ser hecha, por supuesto, en una institución de salud preferentemente un hospital. En Guatemala y otras instituciones del Ministerio de Salud Pública que se llaman centros de atención integral materno infantil CAIMI, ahí también se pueden hacer cesáreas. 

Es recomendable que una mujer realice ejercicio durante el embarazo, pero es importante que se reduzca la intensidad y la frecuencia del mismo. El embarazo es un proceso fisiológico normal, por lo que la vida de la mujer no debería cambiar drásticamente. Sin embargo, es natural que, a medida que avanza el embarazo, ciertas actividades se vuelvan más difíciles debido al crecimiento del bebé y el aumento de peso.
El ejercicio puede ser beneficioso durante el embarazo, ayudando a la mujer a sobrellevar los cambios físicos y prepararse para el parto. De hecho, existen lugares y profesionales que se dedican exclusivamente a acompañar a las mujeres en estos procesos, ofreciéndoles ejercicios específicos que pueden facilitar tanto el embarazo como el parto.
Es recomendable que las mujeres consulten con un especialista que pueda orientarlas sobre cuáles son los ejercicios más adecuados para su situación particular, asegurando así un proceso de embarazo y parto más llevadero y saludable.

Se debe buscar atención médica inmediata. 
Un embarazo normal dura aproximadamente 40 a 42 semanas, o unos 280 días. Si el trabajo de parto comienza antes de las 36 semanas, se considera prematuro. Esto puede ocurrir incluso si el embarazo ha sido bien controlado hasta ese momento. Señales de parto prematuro incluyen contracciones frecuentes o la ruptura del saco amniótico, que provoca una pérdida de líquido a través de la vagina. El parto prematuro es preocupante porque el feto aún no está completamente desarrollado para nacer. Si una mujer experimenta estos síntomas antes de las 36 semanas, debe buscar atención médica inmediata. Aunque un adelanto de una o dos semanas no es tan preocupante, cuando ocurre tres o cuatro semanas antes de la fecha probable de parto, el recién nacido puede enfrentar complicaciones significativas.

El contacto piel con piel se refiere a colocar al recién nacido sobre el abdomen de la madre, inmediatamente después del parto, mientras aún está en la camilla. Este contacto directo, vientre con vientre, fortalece el vínculo entre madre e hijo, fomenta la lactancia materna y brinda al bebé una sensación de seguridad y confort al estar cerca de su madre. Este vínculo afectivo es esencial y probablemente perdurará a lo largo de la vida del niño.

La depresión posparto es una condición que debe ser tratada por un equipo multidisciplinario, generalmente compuesto por un ginecólogo, un psicólogo o un psiquiatra. Se manifiesta en mujeres que, tras dar a luz, experimentan insomnio, rechazo hacia el bebé, tristeza profunda y otros síntomas similares. Estos signos suelen ser temporales y se resuelven rápidamente. Sin embargo, si la depresión persiste durante varios meses, puede evolucionar hacia un trastorno depresivo grave. En estos casos, es crucial que la madre reciba atención especializada, ya que podría descuidar al recién nacido, dejar de amamantarlo y, en casos graves, llegar a tener pensamientos suicidas. Afortunadamente, los casos severos son menos comunes, mientras que la mayoría se resuelven en poco tiempo.

El consentimiento es un acuerdo claro y voluntario entre las partes para participar en una actividad sexual. Es esencial que el consentimiento sea informado, específico y reversible en cualquier momento.

Es importante que, si se decide buscar el uso de un anticonceptivo, se acuda a un servicio de salud, ya sea con el Ministerio de Salud, instituciones que también ofrecen estos servicios como Aprofam, el seguro social o un médico particular. En estos lugares, el médico o el personal de salud brindan orientación a la persona que decide usar anticonceptivos sobre las ventajas, desventajas, posibles efectos y el tiempo en que se puede observar un resultado. De esta manera, la persona puede decidir sobre el método que desea utilizar.

No, los anticonceptivos no son abortivos. Para que un embarazo se produzca, se deben cumplir tres condiciones: (1) El óvulo es la célula reproductiva femenina que debe ser liberada por los ovarios. (2) El esperma o espermatozoide es la célula reproductiva masculina que debe fertilizar el óvulo. (3)La fertilización generalmente ocurre durante o poco después de las relaciones sexuales.
Los anticonceptivos hormonales, tienen como objetivo principal prevenir la ovulación. Sin ovulación, no hay óvulo disponible para ser fertilizado por el esperma. Por lo tanto, no se produce la fecundación y no puede haber embarazo.
Los métodos de barrera funcionan de manera diferente. Crean una barrera física que impide que el esperma llegue al óvulo. Por lo tanto, tampoco se puede producir la fecundación y no puede haber embarazo.

No. Los anticonceptivos no causan abortos porque no tienen efecto sobre un embarazo ya existente. Su función es prevenir la fecundación, no interrumpir un embarazo.

El DIU es uno de los métodos más efectivos que existe. De hecho, ambos tipos de DIU —con y sin hormonas— tienen más del 99% de efectividad.

En una palabra, no. La mejor forma de protegerse contra las ITS es usando condón. Si le preocupa tanto el embarazo como las ITS, se puede duplicar la protección, usando un  DIU y condones es una excelente opción (no usar doble condón).

Algunos métodos son más fáciles de esconder que otros. La inyección y el implante son invisibles, así que nadie sabrá que se está usando anticonceptivos. El DIU también es muy discreto, salvo por los hilos casi invisibles, así que esta puede ser otra buena opción (a propósito, casi nadie va a notar esos cordones diminutos por más contacto íntimo y personal ahí abajo). Y si se está buscando una solución permanente, la cirugía de esterilización también es imperceptible, pero puede haber restricciones de edad y periodos de espera para este procedimiento.